Alejandro Dumas nació el 24 de julio de 1802 en Villers-Cotterêts (Francia). Fue hijo de un general bonapartista y nieto del marqués Antoine-Alexandre Davy de la Pailleterie y de Marie-Céssette Dumas, una esclava negra oriunda de la República Dominicana. Huérfano de padre a los 4 años, la familia quedó en una precaria situación económica que hizo que Dumas recibiera una escasa educación escolar.

Autodidacta, indómito y soñador, repartía el tiempo entre el trabajo, el estudio y el amor, que en 1824 le sorprendió con un descendiente, Alejandro Dumas hijo, fruto de su romance con una costurera. Viajero incansable, recorrió numerosos países de Europa, así como Argelia y Túnez. Amasó una considerable fortuna que dilapidó con prodigalidad por su afición al lujo y a los placeres.

Publicó más de 300 obras, entre las que destacan, por su popularidad, Los tres mosqueteros (1844) y El conde de Montecristo (1844). Sus obras han sido traducidas a más de 100 idiomas. Falleció en la casa de campo de su hijo en Puys, donde se había refugiado huyendo de la invasión prusiana, el 5 de diciembre de 1870.

En 2002, por iniciativa del presidente Jacques Chirac, sus restos fueron trasladados desde el cementerio de su localidad natal al Panteón de París. En su alocución, el mandatario francés señaló a propósito de la obra de Dumas: Con Ud. fuimos D’Artagnan, Montecristo o Bálsamo, recorrimos las calles de Francia, visitamos palacios y castillos; con usted, en fin, soñamos...