François-Marie Arouet, más conocido como voltaire (1694-1778), nació en París en el seno de una noble familia. Su personalidad rezuma ingenio, ironía, inteligencia y espíritu crítico. Prisión y amores prohibidos, reconocimientos y triunfos, fracasos y decepciones jalonan una intensa y apasionante existencia de más de ochenta años. Su agnosticismo y espíritu independiente le llevan a atacar cuestiones fundamentales de su tiempo como el absolutismo y la superstición.

Acérrimo defensor de la libertad de pensamiento, de la justicia y de la libertad, Voltaire fue, junto con D'Alembert, Diderot y Rousseau, uno de los autores de La Enciclopedia, que sustituía como fuente de conocimiento a la Biblia por los estudios científicos.

Con gracia y vivacidad, acompañada de la serenidad propia de un hijo de la razón, llevó a cabo una demolición sistemática de lo establecido, de las costumbres aceptadas, de la sociedad, y del pensamiento inmovilista de su tiempo. Sus cuentos son, de entre su ingente y vasta producción, las obras que mejor ilustran el espíritu de Voltaire, encarnación de la rebeldía permanente que nos deja aforismos tan actuales como el que sigue:

Un día todo irá bien: he aquí nuestra esperanza. Todo va bien hoy: he aquí la ilusión.